Mini Curso De Neoliberalismo I

El mundo Comenzó a trastabillar desde que el esquema griego clásico, filósofos-militares-comerciantes, cambió por comerciantes-militares-filósofos. O sea, los comerciantes, durante los últimos dos mil años, han trazado la cosmovisión del mundo. Los resultados sociales desastrosos los tenemos a la vista.

Hubo guerras, desalojos (Canaán, La tierra prometida), invasiones (América india, África). Surgieron pueblos, obviamente de comerciantes: Cartago, Fenicia, Roma. Se deificó al trabajo: ganarás el pan con el sudor de tu frente (Gen 3:17). Y se trazaron planes a mediano, largo y largísimo plazo.

Todo el mundo a trabajar, producir, vender. Pero todo este macro plan genera riqueza solo para ellos, mientras que a los demás nos crean la ilusión de riqueza.

Se idearon esquemas funcionales. Apareció la doctrina inglesa del Liberalismo Económico (1776), que pregona la libertad industrial y comercial. La tierra es fuente de riqueza, al igual que la industria. Todo se maneja como relaciones técnicas, económicas y financieras, no sociales. Para ello, David Ricardo, John Maynard Keynes y Adam Smith, se inventaron el negocio de la economía.

Construyeron una teoría social productiva, específica para sus colonias y para sus terratenientes en la que ellos siempre ganan a pesar de los ingentes esfuerzos de los demás. Para los economistas y comerciantes, todo es negocio, ganancia, empleo, precios, consumo, demanda. Aquí la naturaleza, la madre tierra, es considerada como una mercancía, no como la fuente de vida. La riqueza de las naciones, obra del profesor escocés Adam Smith, es cuna de estas teorías. Se propagó por Inglaterra, España, Francia, Alemania llevando a la práctica el texto bíblico del Génesis 1:28-31. Fue creada en contraposición al absolutismo, más tarde conocido como conservatismo.

A finales del siglo XX estaba proyectado que este esquema se debía estancar, por lo cual ya estaban los correctivos. La competencia industrial y comercial de países que otrora eran colonias del imperio afectan las finanzas y el bienestar del mismo. Entonces se debe replantear el liberalismo económico: ahora se llama neoliberalismo. Para que ellos sigan siendo ricos, nosotros debemos permanecer pobres.

Se deben entonces asfixiar nuestras débiles e incipientes economías, seguir endeudando a nuestros países, impedir cambios radicales. Sigue el modelo colonialista y expoliador.

*Ex consejero departamental de Planeación.

Publicación

eltiempo.com

Sección

Editorial - opinión

Fecha de publicación

6 de octubre de 1998

Autor

Víctor Julio Sánchez Mora*